sábado, 25 de noviembre de 2006

MERCADEO PARA PEQUEÑOS PRODUCTORES


UNA ESTRATEGIA DE MERCADEO PARA PEQUEÑOS PRODUCTORES

(Este documento podra ser usado, citando la fuente)

Autor: Gilberto Mendoza

Especialista en Mercadeo Agroindustrial


Los Fondos de “aprender haciendo la comercialización”



ANTECEDENTES

En América Latina y el Caribe se ejecuta permanentemente un número importante de programas y proyectos de desarrollo agrícola, auspiciados por una diversidad de entidades nacionales e internacionales, y cuyos objetivos y estrategias son relativamente parecidos en todos los países. El común de los proyectos busca un objetivo básico: diversificar e incrementar la producción y la productividad en sectores relevantes de pequeños productores y campesinos, como una vía para mejorar sus ingresos y el nivel de vida.

Diversas evaluaciones de los proyectos parecen haber llegado a una comprobación elemental: la producción agropecuaria se ha incrementado, pero no así el nivel de ingresos de sus beneficiarios. Como causante principal se señala al no acceso con algunas ventajas a los mercados y a precios remunerativos. Se ha diversificado e incrementado la oferta de alimentos pero a precios inferiores, para beneficio de los consumidores en los centros urbanos.

La explicación es sencilla: los productores, en especial los pequeños y marginales, se hallan distantes, carentes de vías y de medios para llegar a los centros urbanos y a los mercados más importantes del país. Tienen pocas opciones de agregar valor a su producción en las fases de postcosecha y procesamiento y escasas oportunidades de participar en microempresas rurales.

Una revisión hecha en los países a diversos programas y proyectos de desarrollo agrícola en distintos estados de ejecución ha permitido encontrar que el tratamiento dado a la comercialización de los productos fomentados suele limitarse a las siguientes actividades: Realización de estudios de mercado y comercialización por productos.

Instalación de centros de acopio y otra infraestructura para el mercadeo.

Creación de un servicio de información de precios.

Capacitación en clasificación y manipuleo de productos.

En el anterior listado de acciones se ha observado la ausencia casi reiterada de una participación activa de los productores o de sus organizaciones, incluso como receptoras de los estudios, la información y la infraestructura suministrada. Los estudios son costosos y abundantes, ejecutados por profesionales de la ciudad y no pueden ser entendidos por los productores. La información de precios suele referirse al registro de precios de los mercados mayoristas sin análisis ni orientaciones para que los productores accedan a los mismos; se difunden mediante boletines que no llegan al campo. La difusión radial de los precios es limitada o deficiente. La capacitación en mercadeo abunda en cursos de academia dictados en recinto cerrado y ausente de aplicación práctica.

MARCO CONCEPTUAL

La organización de la comercialización en favor de pequeños productores, en el presente, ya no se sustenta en la intervención directa del estado en las compras o ventas de determinados rubros, ni en la acción tutelar de algún ente público o privado de desarrollo. Depende cada día más de lo que logren las organizaciones de productores y las microempresas, que son llamadas a abrir espacios en los canales de comercialización internos, e incluso en las agroindustrias y en la exportación.

Se concluiría que, en la coyuntura presente y proyectada de desarrollo rural de los países, un esquema de comercialización con pequeños productores debe considerar tres supuestos básicos que serían:

Es condición indispensable para fortalecer sistemas de comercialización al servicio del pequeño productor el iniciar por la organización de los mismos en entes que aseguren su participación y autogestión, buscando que la forma asociativa afiance las raíces en la propia comunidad.

Las organizaciones de productores requerirán del apoyo continuado, al menos por un período de despegue de tres a cinco años, por parte de algún programa o proyecto de desarrollo (puede ser de origen público, privado u otra fuente).

Una organización de productores trabajando con eficiencia es más útil para el desarrollo rural que la inversión en infraestructura o la capacitación formal.


III. CONTENIDO DE LA RESPUESTA

Una larga experiencia de los países de la región en la ejecución de programas y proyectos de desarrollo agrícola con componentes de apoyo al mercadeo, que han registrado resultados más negativos que positivos, sirve de marco de referencia para hacer la siguiente propuesta de estrategia para pequeños productores, sustentada en dos elementos básicos:

  • Asegurar la gestión de los agricultores. Deben actuar como sujetos activos para la solución de sus problemas de comercialización, y contribuir realmente a la sustentabilidad de los programas y proyectos.
  • Un concepto diferente de capacitación, mediante la creación de un “fondo de aprender haciendo”, o fondo de iniciativas campesinas.

El presente es un modelo de trabajo de trabajo que espera contribuir a fortalecer a los grupos primarios y sin experiencia de pequeños productores para la comercialización. Es un modelo ya iniciado con distintas facetas en algunos países de Suramerica.[2] Se sustenta en cuatro pilares esenciales a saber:

Organización de productores.

Servicios de apoyo.

Fondo de “aprender haciendo”.

Crédito para comercialización.

Los cuatro pasos tienen orden secuencial y no puede darse un paso posterior sin haberse cumplido el anterior. Es requisito de la estrategia, que los pasos 2, 3 y 4 estén permanentemente orientados a consolidar el paso 1: la organización de productores, la cual deberá lograr metas de autonomía y sustentabilidad post-proyecto.

En los países donde ha operado con resultados positivos esta estrategia, se han puesto en práctica los procedimientos de la siguiente manera:

Paso 1. Fomento de la organización de productores.

Es el punto de partida y condición necesaria de la estrategia. Si en la región o área objeto de aplicación del programa ya existen formas asociativas campesinas, el trabajo se facilita y las tareas se inician con el fortalecimiento a las organizaciones más representativas de los productores. Si no hay vestigios de organización, se debe partir por la promoción de formas asociativas primarias, las cuales darán las bases de otras formaciones más avanzadas, en la medida en que las organizaciones de base puedan evolucionar.

Se recomienda comenzar con grupos pequeños (15 a 20), de cultivadores relativamente especializados o que dependen de uno o dos rubros principales. No han resultado muy eficientes las agrupaciones de cultivadores de amplia gama de productos: son efectivas las asociaciones primarias que trabajan para la comercialización de un rubro principal o un grupo reducido; ej. acopio de leche; comercialización de plátano, raíces y tubérculos de exportación; frutales menores como mora, maracuyá y lulo; hortalizas (2 ó 3); asociación para el mercadeo de arroz; asociación para el mercadeo de frijoles y maíz; para el procesamiento y mercadeo de la panela, etc.

No es recomendable comenzar por la promoción de una forma asociativa de orden zonal o departamental o una cooperativa; sería como comenzar a construir un edificio por el techo o las paredes . Las organizaciones campesinas exitosas han partido de grupos primarios que toman las decisiones en la práctica en asambleas frecuentes. Con el trabajo continuado se van consolidando y evolucionan de manera natural hacia formas más avanzadas y de proyección regional o nacional (ej. cooperativas de primer grado, microempresas, etc.).

Paso 2. Servicios de apoyo a las organizaciones.

Esta fase corresponde a la acción del programa o proyecto encaminada a abrir oportunidades de trabajo para las organizaciones de productores. En nuestros países se ha fomentado un sinnúmero de entidades rurales que a la postre han desaparecido sin realizar tareas a favor de sus asociados.

La causa principal de la muerte prematura de las organizaciones radica en la “falta de trabajo productivo”, en la carencia de oportunidades de acción a favor de los asociados y al no alcanzar algunos de los objetivos para las cuales fueron creadas.

El paso No. 2 se centra en la posibilidad de programar y cumplir actividades como organización, en lo cual es clave la disposición del programa o proyecto que apoye la organización para delegarle tareas, así como el apoyo requeridos para que la entidad pueda asumir responsabilidades y cumplirlas con éxito.

Entre los servicios de apoyo que suele conceder un proyecto de desarrollo a las organizaciones primarias se recomiendan:

Extensión en comercialización rural. Facilitación de extensionistas de campo al servicio de los grupos organizados con el fin de promover el mercadeo asociativo y posibilidades de agregar valor a la producción, buscando mejores precios y opciones de venta.

Extensión en distribución y venta. Consiste en la facilitación a los grupos asociados, de “extensionistas de venta” o “corresponsales de mercado”, que tienen sede operacional en los centros urbanos y se especializan en asistir a los productores en las concertaciones de venta, en contratos de suministro con el comercio, la industria y los exportadores y en el manejo de la cartera comercial por concepto de mercadeo3.

Servicios de información de precios y mercados, pero especialmente de “oportunidades de venta” para los grupos asociados. El servicio opera con la participación de los “corresponsales de mercado” por el lado de obtención de la información, y de los “extensionistas de comercialización rural “ en lo referente a la difusión oportuna de los datos entre los grupos de productores, para la toma de decisiones.

Estudios de mercado de rubros tradicionales y de nuevos rubros alternativos, con el fin de apoyar los planes de los agricultores a dos niveles del proceso: 1) venta de las cosechas presentes y 2) programación de siembras del período venidero en función de las concertaciones de mercado.4

Estudios y acciones de apoyo a nuevas iniciativas de los grupos de base, en cuanto a oportunidades de agroindustria rural; a participación en canales de venta con agroindustrias o exportadores; en nuevos proyectos y alternativas que amplíen el panorama productivo de los pequeños agricultores.

Asesoría contable, administrativa y gerencial en búsqueda de la sustentación de la organización y su evolución hacia formas más avanzadas y permanentes.

Paso 3. Fondo de comercialización, con la modalidad de “aprender haciendo”.

La comercialización es una actividad de alto riesgo tanto en los precios como en los mercados. El no estar preparados para esa eventualidad impide a los pequeños productores, o a sus organizaciones de base, la participación en los procesos comerciales, y es por ello que suelen abandonarse a las decisiones del intermediario quien sí ha aprendido a sortear las situaciones de mercado.

Para que los pequeños productores puedan actuar en la comercialización disminuyendo los riesgos se requiere de amplia capacitación, pero ella no puede lograrse a partir de cursos y eventos formales de enseñanza.

El fondo de “aprender haciendo “ consiste en trasladar a las asociaciones de productores parte de los recursos que el programa o proyecto tendrá destinado para la capacitación, la asistencia, los estudios de mercado y otras acciones de desarrollo. El paso 3 es un proceso de aprender-haciendo la comercialización, asumiendo riesgos con la ayuda de un fondo que es de viabilización y no de crédito.

El programa o proyecto de fomento en ningún momento deberá substituir (así sea en forma parcial), la acción de los asociados en las responsabilidades de colocar sus cosechas. Ella es competencia, en todo momento de los grupos campesinos asesorados por el proyecto (paso 2) y asistidos por el fondo de viabilización comercial (paso 3).

El fondo se entrega en usufructo a la organización campesina; no es recuperable para el proyecto pero sí lo es para la organización. El fondo podría mermarse o incluso desaparecer en las distintas acciones de comercialización de los asociados; pero será exitoso en la medida en que se alcance la meta de que el grupo aprenda a comercializar y a afrontar los riesgos de mercadeo.5

Otra prueba de mayor éxito aún se concreta cuando el fondo alcanza los objetivos propuestos, y además se incrementa con los aportes parciales de los agricultores, cumplidos a partir de reservas de capital practicadas sobre los montos de comercialización, (se ha aplicado el 1% del valor comercializado de cada socio, para capitalización en el grupo).

Paso 4. Crédito para comercialización.

Es otorgado por el programa o proyecto únicamente a los grupos asociados que se han “graduado” en el proceso de “aprender haciendo” en el mercadeo; solo se financian operaciones que demuestren viabilidad económica y sustentabilidad en la organización. No han alcanzado éxito programas que se propusieron apoyar la comercialización asociativa tomando como punto de partida el crédito para mercadeo, sin antes cumplir las etapas 1, 2 y 3. Por el contrario, el crédito sin asistencia ha resultado en la mayoría de los casos nefasto para productores individuales u organizaciones sin experiencia comercial.

Es frecuente comprobar que las entidades que han manejado el fondo de “aprender haciendo” durante dos o más años han llegado a ser las más efectivas para convertirse en sujetas de líneas de crédito para mercadeo, (ello significa también alcanzar la “mayoría de edad” de la organización).

CONCLUSION:


Según se explicó, la estrategia de cuatro fases recién expuesta no debe apartarse del procedimiento sugerido de dar pasos sucesivos y escalonados. El primer paso (organización primaria), es la condición necesaria para estructurar el modelo; el segundo paso (servicios de apoyo), es requisito para llegar al tercero (fondo de aprender-haciendo) y no puede alcanzarse el cuarto sin la consolidación de los tres primeros.

Este modelo se ha aplicado con éxito en varios países,6 y parte de la premisa de que los productores y sus organizaciones cuenten con la asesoría y el apoyo de algún programa o proyecto de fomento agrícola. Es por lo tanto, un instrumento para el desarrollo rural aplicable en la fase final del proceso productivo, la cual suele convertirse a su vez en la más crítica: la comercialización.

Entre las lecciones relevantes se destacan:

Se estructura un plan de apoyo a las organizaciones de base y a sus proyectos productivos mediante un proceso de “aprender haciendo”, donde el aprendizaje y el fortalecimiento de la organización están incluso por encima de las metas productivas.

Las tareas encomendadas a las organizaciones contribuyen a fortalecerlas y darles prestigio ante sus socios; es usual que las organizaciones cumplan pocos roles porque son débiles, y no emprenden responsabilidades porque no hay confianza en ellas, dada su inexperiencia.

Suele haber el círculo vicioso de que:

® no hay proyectos porque no hay organizaciones calificadas® no están capacitadas® no tienen fortaleza administrativa ni gerencial® sólo habrá financiación de proyectos cuando se capaciten® cuando demuestren fortaleza administrativa, etc.

Pero el círculo nunca se cierra, y el Estado dedica todos sus recursos a estudios y a capacitación bajo métodos inapropiados para población marginada. Y usualmente se concluye que la organización “no está capacitada” o no “está madura” para administrar un proyecto. Hay infinidad de proyectos, sólo que ejecutados “por terceros”, por profesionales de la ciudad, donde las organizaciones no pasan de ser espectadoras; en ello se gastan enormes sumas del presupuesto, no se logran metas, no se consolidan las organizaciones y el estado sigue como protagonista, con poder decidor y no abandona su función paternalista que en definitiva resulta ineficaz.

Otra respuesta frecuente del Estado a las organizaciones necesitadas es: realizar un estudio, que siempre es ejecutado por un profesional de la ciudad, en un apretado esfuerzo de “costo/beneficio”. El estudio es esperado por todos, como la salvación de la organización, casi una solución mágica al problema de comercialización. El estudio se convierte en un fin, no en lo que realmente es: un medio que puede ayudar. Pero en la economía campesina estos estudios cargados de academismo poco sirven

El estudio llega, pocos lo leen, menos lo entienden, los problemas persisten, pero el dinero del estado se gastó, y no quedan recursos para aplicar en lo que hace falta: echar a andar la comercialización asociativa.

El presente modelo de trabajo [3] ayuda a romper el círculo vicioso que impide conceder responsabilidades de desarrollo a los sujetos del desarrollo. Si sólo lograra ese objetivo: el de fortalecer una organización para que inicie responsabilidades en favor de la comunidad, ya sería una meta de gran valor.

[1] Gilberto Mendoza. Especialista en Comercialización y Agroindustria Rural, IICA Bogotá, Colombia 2004.

[2]Proyectos FIDA en Bolivia, “Fondos de iniciativas campesinas”.

3 Ha resultado una innovación muy valiosa en los proyectos FIDA en Bolivia. En Costa Rica se detectó igual estrategia por parte de una cooperativa agroindustrial que cuenta con dos corresponsales actuando permanentemente en los mercados de San José y otros centros de consumo, y han sido factor decisivo en los logros de la comercialización.

4 Es un primer paso esencial en la esperada “agricultura por contrato”.

5 En Bolivia, durante 3 años 1990-92 operaron aproximadamente 100 fondos de “aprender haciendo” en igual número de asociaciones (aproximadamente US$ 1500 cada fondo) y en un 99% de los casos se conservaron sin pérdidas.

6 Los proyectos y programas de Desarrollo Rural de Ecuador (ej. PRONADER) han sido los pioneros en la iniciativa de procesos participativos y de manejo de fondos de aprender haciendo, especialmente en actividades productivas, adquisición y uso de insumos, programas sanitarios y microempresas, aunque en menor medida en comercialización. En este último aspecto Bolivia ha sido pionero en algunos proyectos FIDA (década del 90), en programas de desarrollo alternativo (años 2000); también en proyectos en Guatemala. En el programa de desarrollo alternativo de Colombia operan la estrategia desde el 2000, hay entes campesinos con mayor experiencia que manejan hasta US$18.000 en el fondo de comercialización, incrementado con beneficios y reservas propias.

Auspiciado por el autor en Colombia, Bolivia y Guatemala, por varios años.

CASOS ANALISIS DE LA COMERCIALIZACION


CASOS PARA ANÁLISIS DE LA COMERCIALIZACIÓN

Autor: Gilberto Mendoza

Especialista en Mercadeo Agroindustrial

(Este documento podrá ser usado, citando el autor)

Caso No. 1 Investigación de mercados.

El presente, es un caso sobre la investigación de mercados.

Marco conceptual.

El concepto de mercadeo o comercialización, se relaciona con el conjunto de actividades físicas y económicas encuadradas en un marco legal, en un proceso dinámico que permite coordinar la producción con el consumo y transferir los bienes entre oferente y demandante.

La investigación de mercados comprende la recopilación, registro y análisis de todos los hechos relacionados con la transferencia y venta de los bienes y servicios desde el productor hasta el consumidor. Implica la utilización de un método científico, que permita conocer los problemas vinculados al proceso de transferencia de los bienes y servicios de manera sistemática y con criterios de objetividad e imparcialidad.

Se refiere al registro y análisis de todos los hechos acerca de los problemas relacionados con la transferencia y venta de bienes y servicios del productor y consumidor ( Journal of Marketing, 1984).

La investigación de mercados permite que los productores, industriales y participantes en la cadena, entren en contacto con los compradores, reduciendo las incertidumbres que se derivan de la carencia de información.

Dado que las operaciones de mercadeo se fundan en actos humanos, no pertenecen al dominio de las ciencias exactas sino al de las ciencias sociales. Por ello, el método de investigación debe seguir las pautas de investigación utilizadas en las ciencias sociales.

La aplicación de un método científico de investigación exige objetividad del investigador, exactitud en la medición y persistencia y continuidad en la investigación.

La investigación de mercados puede referirse a tres áreas principalmente: 1) Las dirigidas a encontrar nuevas oportunidades de venta para ser explotadas; 2) Las dirigidas a encontrar caminos mas eficientes para la explotación de oportunidades de venta ya conocidas; 3) Las orientadas a conocer nuevos rubros.

La investigación de mercados no puede desligarse de las grandes variables que conforman el sistema de distribución, es decir: mercado y comercialización (o mercadeo). Partiendo de los conceptos ya expuestos:

Mercado: Es por definición, oferta, demanda y los precios resultantes de la interrelación de estas dos fuerzas usualmente discrepantes.

Comercialización (mercadeo): Actividades físicas y económicas encaminadas a facilitar la transferencia de bienes y servicios entre productor y consumidor.

Por lo tanto, la investigación de mercados debe comprender las variables que conforman el mercado y la comercialización. No puede haber un estudio de mercado completo que excluya un análisis del mercado (situación de la oferta, la demanda, los precios), o de la comercialización (cómo opera la transferencia de los bienes entre productor y consumidor, en sus funciones físicas, económicas y auxiliares).


Conceptualmente se suele denominar “investigación de mercados” a la investigación que debe comprender a plenitud las variables del mercado (oferta, demanda, precios) y de la comercialización o mercadeo (funciones físicas y económicas que hacen la transferencia de los bienes). No obstante, con frecuencia hay equívocos en el alcance de la investigación de mercados y el investigador sólo realiza una parte de la investigación (usualmente unas estadísticas de demanda y una parcial visión de la oferta), ya sea por ignorancia propia o del contratante; también por probable malicia del investigador, que sabe, o debe saber, que un estudio de mercado idóneo debe comprender los grandes componentes de mercado y mercadeo (comercialización), y se abstiene de analizar alguna de las dos variables..

La investigación de mercados también puede enfocarse hacia algunas funciones del sistema, lo cual debe definirse en el plan del estudio; así hay: Investigación de nuevos productos; investigación de la organización de ventas; investigación de los canales de distribución; investigación de la publicidad y otras.

Un caso en Bolivia.

El presente caso fue abordado por el autor en una ciudad de Bolivia. Un grupo de ganaderos, tradicionalmente orientados a producción de carne se interesó también por la línea de leche buscando el “doble propósito” en la ganadería, con lo cual se podría abastecer la población con leche pasterizada, ya que tradicionalmente consumía leche cruda ofertada por los ganaderos de la región, parte de ellos vinculados al nuevo proyecto de la pasterizadora.

Los ganaderos constituyeron una organización y contrataron un “estudio de mercado” que diera las pautas del proyecto. El estudio realizado por un consultor sin experiencia en mercadeo agropecuario, concluyó que había mercado de demanda en la región para 7.000 litros de leche por día, demanda que podría ser cubierta en el corto tiempo por la pasterizadora, la cual lograría su punto de equilibrio al procesar y vender 4.000 litros por día, meta a lograr en máximo 2 años. Concluyó además, que había un “mercado cautivo” en la región, pues no había otra pasterizadora, ni posibilidad de que llegara leche pasterizada de otra región, dadas las grandes distancias, las altas temperaturas del sector que exigen transporte refrigerado y el mal estado de las vías.

Con esta información, los productores conformaron una industria pasterizadora, invirtieron dos millones de dólares y echaron a andar el proyecto. Complementariamente, vino un plan productivo por finca, consistente en inversión en ganado de doble propósito apto para la región, importando desde Brasil; así mismo, plan de praderas mejoradas, corrales, ordeño y otras tecnologías recomendadas por expertos, con lo cual se acoplaría la oferta de leche a la demanda identificada de 7.000 litros día.

El proyecto se fue desarrollando en todas sus etapas, menos en el logro del punto de equilibrio de la industria, que no pasó de vender 1.800 litros día, lo que significó pérdidas recurrentes durante 4 años. La empresa solicitó de nuevo “un estudio de mercado” que orientara los destinos de la industria.

Se comenzó por revisar el estudio original, que mostró lo siguiente:

  • Era un estudio de 4 páginas de extensión, limitado al análisis de mercado: o sea, al conocimiento de la oferta y de la demanda de leche cruda en la región. Prácticamente nadie en la zona conocía la leche pasterizada, o menos del 2% de la población la había tomada en alguna salida temporal a la capital regional.
  • El estudio nunca diferenció entre el concepto o la calidad de la “leche cruda” que ancestralmente conocía el consumidor, y la “leche pasterizada”, que es otra leche, diferente en calidad, presentación, sanidad, contenido de grasa, sabor, precio y otros.
  • Para el estudio, leche era un solo concepto: la población consumía 7.000 litros diarios y concluyó que en la medida que la leche pasterizada saliera al mercado el consumidor la preferiría, pues “es mejor que la leche cruda”; además, las normas gubernamentales iban a prohibir el expendio de leche cruda. Esta transición de leche cruda a pasterizada no ofrecía ninguna duda, “pues el mercado es cautivo, nadie compite”.
  • El estudio en su componente “mercado” era relativamente completo y elemental: la población consume 7.000 litros de leche al día (demanda), y los ganaderos de la región ofrecen 7.000 litros de leche cruda al día (oferta); de manera que hay equilibrio entre oferta y demanda y un precio estable (equivalente a $0,40 por litro). La demanda de leche cruda crecía a una tasa de 3% anual, que era cubierta por incrementos de la oferta en similar proporción.

Pero la realidad era otra: la población consumidora no compraba más de 1.800 litros de leche pasterizada, luego de 4 años de operación de la industria que estaba muy lejos de lograr el punto de equilibrio, con pérdidas y a punto de cerrar. Los ganaderos no entendían que ocurría, y sólo esperaban un nuevo estudio.

Pero el nuevo analista del caso preguntó por el componente de comercialización (o mercadeo), del estudio original, siguiendo los conceptos del marco conceptual. El estudio nunca analizó esa parte y los autores se limitaron a responder: “nos pidieron un estudio de mercado, y eso entregamos”. El estudio de mercado era, para esos autores: oferta, demanda y precios, y el informe final entregaba esos datos. Pero el estudio estaba cojo, se había olvidado de las variables de comercialización, o sea:

  • Funciones de intercambio: quienes suministraban la leche cruda que consumía la comunidad, bajo qué manos o pasos se transfiere la leche entre productores y consumidores; es decir: canales de comercialización. Cuales eran los precios en todo el proceso o canal: entre productor y consumidor, pasando por los intermediarios; es decir, los márgenes de ganancia bruta de los productores y de los intermediarios. Si los consumidores estaban conformes o no con el precio de la leche cruda, si aceptarían pagar un mayor precio por la leche pasterizada.
  • Funciones físicas: qué actividades se cumplían en el proceso de llevar la leche entre el productor y el consumidor final: qué, como, cuando. Cual era la calidad de la leche que salía de la finca, cuál la que llegaba al consumidor. Cómo veía el consumidor los servicios prestados por el sistema de distribución de la leche cruda, en qué aspectos estaba satisfecho y en cuales insatisfecho.
  • Funciones auxiliares: Todo lo referente a la información (por ejemplo, los consumidores compraban leche cruda a diario y la industria no distribuía los domingos, aspecto que ignoró en sus inicios la industria); lo relativo a los riesgos (ej. en época de lluvias el acopio en finca de la leche para la industria en vehículos resultó inseguro y costoso, en tanto que el mercadeo de la leche cruda empleaba caballos que superaban la inundación de las vías); otros factores que se presentan en el canal de distribución, y que pueden convertirse en claves en determinado momento.

Como síntesis del caso, se estableció que el estudio que dio la “factibilidad” a la pasterizadora sólo cumplió con la mitad del análisis, aportando los datos de mercado, pero olvidándose de la situación de la comercialización. En el sistema de comercialización de la leche cruda se registraban algunas fortalezas que ignoró el estudio y, así mismo la industria en el desarrollo del proyecto de la pasterizadora; acá algunos datos:

  • La población no conocía la diferencia ente leche pasterizada y cruda; de la primera, sólo sabía que era fría, más cara y de sabor simple. De la leche cruda tenía el concepto de que sabe mejor debido al mayor contenido de grasa, y el consumidor tradicional no es bien consciente que más grasa puede ser nociva para la salud.
  • La población no entendía que leche pasterizada es sinónimo de leche sana, y tampoco era consciente de que leche cruda no asegura sanidad. Que el mayor precio de la pasterizada es debido al costo de conservarla y distribuir algo sano y fresco. La industria nunca intentó comunicarse con el público para recalcar ese mensaje, y defender su condición de producto sano, así fuera de mayor precio.
  • La industria nunca conoció o se preocupó por las fortalezas del sistema de distribución de la leche cruda: entrega a domicilio; suministro diario, incluso con lluvias torrenciales; menor precio y buen sabor. Por ese desconocimiento, desde el principio la industria redujo la grasa al 2.9% siguiendo patrones internacionales pero haciendo la leche muy insípida, para un público no acostumbrado. Debió reducir la grasa de manera gradual, sin producir un choque cultural, como ocurrió.
  • Al no conocer las fortalezas del sistema de distribución de la leche cruda, debido a las carencias del estudio, la industria montó su propio sistema sin consultar con dichas fortalezas. El resultado fue un sistema costoso e ineficiente. El público se quedó con la leche cruda y no quiso patrocinar la leche pasterizada.

La lección del caso, se refiere a que no pueden faltar los dos componentes o variables del estudio de mercado. El autor sigue conociendo “estudios de mercado” que solamente analizan el mercado y no la comercialización que lo complementa; es una grave y frecuente falencia en este tema. Observemos la usual afirmación de un empresario: “Acabo de venir de Francia y he visto en los supermercados fresas frescas a 12 dólares el kilo; con ese precio yo puedo exportar cualquier cantidad a ese país, pues acá tengo capacidad de producción ilimitada, a costos que no superan 2 dólares por kilo, calidad exportable. Además, he leído que Francia importa XXX millones de dólares en fresas”.

Con esos datos tan simples, y nada irreales, ya tenemos un estudio de mercado: hay datos de demanda, hay oferta (al menos la gran potencialidad de producir), hay precios. Pero no hay nada de mercadeo o comercialización, falta saber: calidades, épocas, empaques y manipuleo con toda la tecnología y los costos de manejo hasta llegar a los supermercados en Francia; la sanidad e inocuidad; los canales de mercadeo con las funciones de cada agente, incluidas los altos costos, comisiones y ganancias de la cadena comercial entre el país de origen y el de destino; los riesgos de orden físico y económico; la fijación de los precios y los sistemas de pago. En éste último aspecto, es suficiente agregar que toda la fruta de Chile se exporta “a consignación”, sin precio previo pactado, sin cartas de crédito bancario, sin contratos firmados y legalizados en una instancia legal; prácticamente todo es un negocio de palabra y “jugando con lo que suceda en el mercado”. Con este dato, el lector puede imaginarse los riesgos de la exportación, aspecto casi no mencionado en los manuales de mercadeo.

Regresando al caso de la leche, la lección es clara: el estudio tiene que ser de Mercado y Comercialización (o mercadeo); no se sabe cual de los dos componentes es más importante. Muchos estudios están hechos “a mitades”, o peor, a menos del 20% de lo requerido, como ocurrió con el caso de Bolivia, y las consecuencias son muy costosas.


Autor: Gilberto Mendoza Villalobos, Especialista en Mercados y Comercialización

domingo, 19 de noviembre de 2006

MERCADEO AGRICOLA


Mercadeo Agrícola

Comercialización Agrícola

Mercadeo de productos agropecuarios

Agricultural Marketing

Marketing of Agricultural Products


Porque un lugar sobre mercadeo agrícola ?.


El presente sitio se especializa en temas de mercadeo de productos agrícolas y pecuarios. Emplea otros términos sinónimos como es “Comercialización agrícola”, “Comercialización Agropecuaria” y propone dedicarse a servir a todas las personas que desarrollan actividades de mercadeo de productos del campo. Como es conocido de manera funcional, el mercadeo es un puente entre la producción y el consumo.


El proceso de mercadeo-distribución de los productos agropecuarios es de alta importancia. Lo es, analizado desde diversas perspectivas, tales como: a) La económica: en promedio, por cada $1 pagado por el consumidor urbano de los alimentos distribuidos en estado natural, sin industrialización, quedan en la intermediación $0,65 y sólo $0,35 son para la producción – ambos en valores brutos -); b) La social: en los países con mayor desarrollo, hay mas gente ocupada en comercialización y procesamiento que en la producción; c) En las proyecciones: a medida que crece el ingreso de las familias, se incrementa de manera más que proporcional la demanda por servicios de comercialización – hay alta elasticidad ingreso por servicios de comercialización - .


En las tres fases del proceso económico de los bienes: producción – distribución -consumo, es justamente en la segunda fase (mercadeo/distribución), donde hay mayor ignorancia y escasez de conceptos bien estructurados y de herramientas de análisis. Hay más mitos que ciencia; hay más improvisación que experiencia decantada. Ello, perjudica de manera relevante a la primera fase del proceso: la producción y, desde luego, a los productores. El párrafo anterior resumió la primera consecuencia: los productores no reciben más de un tercio del valor agregado por el sistema alimentario –medido éste por el precio pagado por el consumidor de los alimentos en estado natural.


Espero convertir este lugar en un centro de ideas, debates, propuestas e intercambio de conocimientos sobre el mercadeo (comercialización) de productos del agro. Incorporará temas que son parte de la “familia”, como son la agroindustria rural, la postcosecha, la investigación de mercados, las funciones de comercialización y otros tantos conceptos que suelen flotar más en la confusión y en las discrepancias que en el consenso. Se convocará a técnicos, líderes cooperativistas, microempresas y entidades rurales, a organizaciones de productores y de operadores de mercado que frecuentemente interactúan en búsqueda de información e intercambio de ideas sobre el mercadeo y los temas complementarios.


Hay notable escasez de información al respecto; sobre teorías, políticas, estrategias, conceptos y criterios maduros sobre el mercadeo agropecuario, tanto en América Latina como en el mundo menos desarrollado. La experiencia de este autor, es que disponemos de muy poco para responder a lo que las personas y los estamentos del sistema alimentario requieren. En tecnologías de Mercadeo Agrícola hay una importante demanda insatisfecha que es urgente y preciso satisfacer. Los expertos tenemos responsabilidad de aportar conocimientos a la sociedad, y deben ser buenos.


El autor de esta página es un Economista, especialista en mercadeo agrícola, con experiencia de 30 años ejercida en la mayoría de los países del continente americano. Tiene la doble condición de ser pensador y ejecutor en los diversos campos del mercadeo agrícola y los complementarios. Conjuga los verbos escribir y hacer, como se ve en su Currículo. Con esas ventajas, no quiere pasar a buen retiro sin compartir ampliamente el cúmulo de experiencias logradas en su experiencia profesional.


Este lugar invita, por lo tanto, a todos los enamorados del mercadeo a mantenerse en constante comunicación, para dar y recibir. La comercialización es tema para gente dinámica, inconforme, retadora. El mercadeo genera pasión, no es una actividad pasiva, es para gente especial. Y quien ejerce el mercadeo es casi siempre un romántico y apasionado por este tema, que atrae a las mentes más inquietas e innovadoras.


El autor viaja con mucha frecuencia a diversos países; es frecuente que en cualquier lugar de América Latina suelan detenerlo y decirle: ¡ Cuanto gusto de conocerlo ! ¡ Ud ha sido mi profesor a través de sus libros y escritos !! ¿ Y que más ha escrito? Déjenos conocer lo último de sus temas y escritos.


Por todasesas razones, acá estoy con Uds, en este lugar, que espera ser de todos.

GILBERTO MENDOZA VILLALOBOS




Gilberto Mendoza Villalobos


Nacionalidad colombiano, Economista de la Universidad Nacional de Colombia, Especialista en Mercadeo Agrícola del Instituto Latinoamericano de Mercadeo Agrícola, ILMA, y estudios de Desarrollo Económico y Comercialización Internacional en España y Brasil, respectivamente.


Durante 16 años fue experto en Mercadeo y Agroindustria Rural del Instituto Interamericano de Cooperación para la agricultura, IICA, prestando asesorías en República dominicana, Chile, Bolivia, Ecuador y Colombia. Ha sido consultor internacional en mercadeo de FAO, FIDA, Euroconsult, IICA y organismos nacionales actuando en todos los países del continente americano. Recientemente, entre 2005 y 2006, llevó a cabo una investigación y evaluación de los sistemas informativos de precios y mercados visitando 19 países americanos, socios de la Organización de información de Mercados de las Américas, OIMA.


Ha sido profesor e investigador de la maestría en Mercadeo de la Universidad de Bogotá. En Colombia ha sido técnico en mercadeo de importantes entidades como el Instituto de Reforma Agraria, el Instituto de Mercadeo Agrícola, La Federación de Cafeteros de Colombia, el Departamento de Planeacion Nacional.


Su experiencia ha sido múltiple e integral: como investigador, como ejecutor de proyectos, como formulador de políticas y estrategias en mercadeo, como capacitador y como escritor. Cuenta con varios libros y una multitud de escritos, entre los más destacados está el Compendio de Mercadeo de Productos Agropecuarios (Edición I y II), de amplio reconocimiento en Latinoamérica (y en proceso de nueva publicación). Es uno de los pocos autores existentes en Mercadeo/Comercialización agrícola en lengua hispana.